La construcción deliberada de escenarios ficticios comparativos entre Siria y Venezuela representa un componente calculado de la actual guerra cognitiva en marcha. Diosdado Cabello denunció que en el país árabe están utilizando inteligencia artificial (IA) para hacer propagandas de odio para incrementar la guerra, también buscan utilizarla para socavar la soberanía de Venezuela.

El Gobierno venezolano rechazó enérgicamente las comparaciones entre la nación caribeña y los recientes sucesos en Oriente Medio, centrándose particularmente en el contexto sirio. Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), realizó una crítica exhaustiva de lo que caracteriza como estrategias de intervención terrorista empleadas mediante la guerra sicológica y mediática.

El ministro de Interior, Justicia y Paz venezolano también denunció explícitamente los intentos de establecer analogías entre Venezuela y países como Siria, Libia e Irak, afirmando que Venezuela no sólo ha sobrevivido, sino que ha contrarrestado con éxito los esfuerzos de desestabilización externos. Sus declaraciones van directamente al referirse a la campaña desatada por los opositores en redes sociales.

María Corina Machado habría encargado a Iván Simonovis que estableciera contacto con redes terroristas previamente implicadas en el derrocamiento del presidente sirio Bashar Al Assad. La motivación detrás de este acercamiento se deriva de la percibida ineficacia del mercenario Erick Prince para lograr objetivos de desestabilización en Venezuela.

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Por su parte, el presidente Nicolás Maduro señaló a la oposición extremista por intentar instigar una guerra civil en Venezuela. Dirigiéndose específicamente a González Urrutia, que se encuentra actualmente en España, Maduro exigió el cese inmediato de los llamamientos al caos interno, haciendo hincapié en los peligros potenciales de la retórica provocadora.

El Gobierno venezolano ha denunciado en reiteradas ocasiones la construcción narrativa que impulsan los operadores digitales de EE.UU. y Europa contra Venezuela, y que en los últimos días vienen posicionando falsos paralelismos entre Siria y Venezuela, como parte de una estrategia de manipulación sistemática.

Mauricio Rodríguez Gelfenstein, analista político, destaca que el modelo de Gobierno propuesto por el oposicionismo extremista de María Corina Machado es muy similar al instalado actualmente en Siria, señalando la suspensión por parte de grupos terroristas de los procesos parlamentarios y de los marcos constitucionales.

Los expertos como Rodríguez Gelfenstein señalan que se trata de una construcción deliberada de escenarios ficticios, comparativos entre Siria y Venezuela que representan un componente calculado de la guerra cognitiva: una operación de desinformación estratégica orquestada metódicamente por actores geopolíticos estadounidenses para socavar la soberanía política de Venezuela.

Por su parte, Enrique Ochoa Antich, histórica figura de la oposición, calificó como “indigno” que sea planteado -por los extremistas- como la única vía una potencial invasión gringa, desnudando la naturaleza radical de quienes promueven una supuesta transición violenta en el país.

En este sentido, vemos como, incluso, dentro de los círculos de la oposición venezolana surgen voces críticas que desafían las narrativas extremas propagadas por María Corina Machado y su campaña apoyada por Estados Unidos.

Campaña mediática y guerra psicológica

A medida que Venezuela se acerca a la investidura presidencial del Presidente Nicolás Maduro el próximo 10 de enero, una campaña mediática está diseñada para desestabilizar la percepción de la población y generar malestar social. De acuerdo a las fuentes cercanas al gobierno venezolano, reveladas por el ministro Cabello durante su programa televisivo, “una inminente estrategia de guerra psicológica busca presentar a Venezuela como un «Estado fallido» mediante la generación sistemática de caos y el debilitamiento de la credibilidad institucional.“

De acuerdo a la fuente, “todo apunta al desarrollo de un plan terrorista originado en Colombia, el noreste de Brasil y sectores radicales de Washington, por lo que es probable que las próximas semanas revelen todo el alcance de estas tácticas de guerra psicológica, desafiando la estabilidad política de Venezuela y poniendo a prueba la capacidad de resistencia de los venezolanos.”

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